Apolo, hijo de Zeus, era el dios griego de la música, de la poesía, de la luz e incluso de las artes adivinatorias y un gran cazador, que derrotó con su flechas a la temible serpiente Pitón.
Orgulloso de sí mismo, se atrevió a burlarse de Eros por llevar arco y flechas siendo tan niño.
Apolo persiguió obsesionado a Dafne, La ninfa huye de él hasta llegar a orillas del río Peneo y justo antes de que Apolo pueda alcanzarla, pide ayuda a los dioses que la transforman en laurel.
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro oscurecían;
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo estaban;
los blancos pies en tierra hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!"
_Garcilaso de la Vega_
(Escultura Apolo y Dafne, Bernini, barroco italiano)
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