Pintura de Johan Collier, 1897 |
Godiva se llamó realmente «Godgifú» («regalo de Dios») y su leyenda surgió dos siglos después de su muerte. Roger de Wendover, monje en la abadía de San Albano, la transcribe por vez primera. La señora real (908?-1057) dejó huella como benefactora de instituciones religiosas.
A principios del siglo XI tuvo lugar en Inglaterra un hecho fascinante y que está entre la leyenda y la Historia. Lady Godiva existió realmente a principios del siglo XI y fue una dama anglosajona, famosa por su bondad y belleza.
Pero el Conde se fue volviendo muy ambicioso y ponía grandes impuestos a la gente del pueblo. En cambio Lady Godiva era humanitaria y se compadecía de ellos, teniendo siempre mucho contacto con la gente por lo que todos sentían afecto y respeto hacia ella.
La leyenda cuenta que cuando su esposo se volvió tan ambicioso, ella le suplicó insistentemente que no subiera los impuestos. Lady Godiva veía que los habitantes del pueblo no tenían una vida digna.
Al fin, el conde accedió a bajar los impuestos con una sola condición: Lady Godiva debía recorrer el pueblo montada sobre su caballo y completamente desnuda, pensando el conde que ella jamás sería capaz de hacerlo.
Lady Godiva paseó desnuda a caballo sin más vestidura que sus largos cabellos. Por respeto hacia ella y para que no se avergonzara, todos los vecinos de Coventry permanecían en sus casas encerrados y con las ventanas cerradas.
Cuenta la leyenda que un sastre se saltó el acuerdo y no fue capaz de vencer la tentación de observar a su señora desnuda a través de la rendija de una ventana. En consecuencia, el sastre se quedó ciego.
El conde conmovido por el gesto de su esposa, cumplió su promesa y rebajó los impuestos.
(Fuentes: Zenda, Retratos de una leyenda, Pintarest, Infobae, Coventry Society)
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