En la casa de mis abuelos José y Anita, había tres hijos: Antoñito, Jaime y la «niña de sus ojos», la pequeña Pepita, que se fue demasiado pronto .
Ella era «La tita Pepa», «Pepita Alicia» su nombre completo . Bajita, morena, agraciada... Tanto mi padre como mi madre nos la recordaban y la nimbraban como si estuviera allí ... Y así crecimos, casi con su presencia. Yo conservo aún en mi casa un baulito de madera pintado que le perteneció. .
En aquella época en la que a los hijos se les solía poner nombres de la familia, mis padres rompieron con esa tradición, salvo en el caso de mi hermana la menor, a la que mi madre insistió en llamarla como nuestra tía.
Sé cómo y por qué murió tan joven. Esa sombra sobrevolaba su recuerdo constante. A mí me hubiera gustado conoceros a todos ellos, pero la vida no espera, marcha a pesar de nuestros deseos.
Las fotos son preciosas, hay una que ni siquiera había visto.
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