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El "bibliocausto" español: La quema de libros en el franquismo.

Quema de libros en el patio de la Universidad Central de Madrid,
en la calle San Bernardo. Año 1939

Sabemos que los nazis quemaban libros, pero nadie piensa que el franquismo también lo hizo. El "bibliocausto" español existió. 

Tras la caída de la Alemania nazi el régimen franquista intentó borrar parte de su pasado. En cada localidad conquistada se saqueaban librerías, editoriales y bibliotecas para hacerlas arder en la plaza pública. 

Quema de libros tras la ocupación de Madrid en 1939.
Fotograma del documental 'Palabras para un fin del mundo'

Quemas de libros y libros prohibidos:"El asno de oro" de Apuleyo, "El Libro del Buen Amor", del Arcipreste de Hita, "La Celestina", de Fernando de Rojas, "La educación sentimental", de Flaubert,  "Werther" de Goethe, "La rebelión de las masas", de Ortega y Gasset, o "Papa Goriot" de Balzac, entre otros.

También se prohibieron "Sonata de otoñp" de Valle-Inclán, "Poesías completas" de Antonio Machado, "Los miserables" o "Nuestra Señora de París" de Victor Hugo, "Los pazos de Ulloa" de  Emilio Pardo Bazán, "Crimen y castigo" de Dostoiewski, "Guerra y Paz" de Tolstói, todos los de Blasco Ibáñez, varios títulos de Azorín, y numerosos de Pérez Galdós y de Pío Baroja, entre otros muchos.







No solo se prohibieron libros con tintes políticos, también títulos inocuos, como obras infantiles y juveniles. Por ejemplo, fueron objeto de persecución o pasto de las llamas ejemplares de "El Corsario negro" de Emilio Salgari, "Los tres mosqueteros" de Alejandro Dumas, "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez, "Los cuentos" de Andersen, "Los viajes de Gulliver" o "Caperucita roja" de Perrault, que primero se convirtió en Caperucita azul y luego en Caperucita encarnada.


La persecución de los escritores e intelectuales fue implacable. No mataron a más porque muchos lograron escapar a tiempo al exilio. El asesinato de Lorca no es una excepción. Miguel Hernández murió en la cárcel con dos procesos judiciales pendientes, y los que se exiliaron, lo mismo. Pedro Salinas, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez y otros muchos se libraron porque se fueron. Algunos nunca volvieron. 


(Fuentes: Ser Histórico, ABC, El Diario, Nueva Tribuna, La Sexta Columna, RTVE) 


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