Película de escaso presupuesto que se rodaría en blanco y negro y que, en realidad, respondía a su necesidad de reutilizar el material documental grabado que la productora tenía de Roma.
Otro director, William Wyler, se hizo cargo del proyecto. Liz Taylor dejó el proyecto para rodar "Un lugar en el sol" ( por la que ganaría un Óscar) y el nuevo director pensó en Jean Simmons, pero las agendas no cuadraron, y cuando descubrió el potencial de una desconocida Audrey Hepburn en una audición en Londres, fue el propio Grant el que se sintió demasiado mayor para compartir cartel con ella y puso fin a su vinculación con ese filme que parecía condenado a no funcionar.
William Wyler ofreció entonces el papel a Gregory Peck y así llegaron a Roma la novata Audrey Hepburn, un Peck en horas bajas y Wyler. Con un presupuesto bajo y una Vespa para pasear entre monumentos el amor puntual entre una princesa y un periodista.
Cuando terminaron de rodar, Peck pidió que Audrey Hepburn fuera delante de él en los títulos de crédito, porque consideró que su actuación bien mereció la pena y sería toda una estrella, no se equivocó.
La actriz ganó el Óscar por su inmortal interpretación y volvería a trabajar con Wyler en «La calumnia»; Peck conoció a la que sería su segunda esposa, Veronique Passani, con la que pasaría el resto de sus días, y protagonizó otras grandes comedias.
La peor parte se la llevó Dalton Trumbo, cuyo nombre fue eliminado de la ficha técnica y vio cómo el Óscar se lo llevaba su amigo Ian McLellan Hunter, que asumió la autoría. No fue hasta 2002, con la edición restaurada, que el agravio fue corregido y su nombre volvió a figurar en los títulos de crédito de este clásico de la comedia romántica.
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