El 21 de septiembre de 1552 nacía en Rávena (Italia) la pintora barroca Barbara Longhi. Contemporánea de otras grandes artistas femeninas como Sofonisba Anguissola, Fede Galizia, Lavinia Fontana o Artemisia Gentileschi que se dedicaron al oficio artístico en un mundo que parecía sólo reservado a los hombres.
Barbara Longhi se suma a muchas mujeres que durante el Renacimiento y el Barroco se dedicaron a su gran pasión, el arte y tuvieron cierto reconocimiento. Leonardo da Vinci o Rafael fueron algunos de los artistas que inspiraron su obra,
Su padre, Luca Longhi, un destacado pintor manierista, introdujo a sus dos hijos, Barbara y Francesco en el estudio del humanismo, el arte y la pintura, ambos le ayudaban en su taller de pintor.
De su vida poco se conoce, sólo que apenas salió de su ciudad natal y que era ferviente defensora de los postulados de la CONTRARREFORMA, al igual que su familia. profundamente católica.
Apenas 15 obras de arte, de las que todas tratan sobre temas religiosos, especialmente la representación de la “Madonna y el Niño”, iconografía defendida por la Iglesia católica en contraposición a la Reforma protestante. La propia artista utilizó su imagen como modelo para algunos de sus cuadros religiosos.
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