El 8 de junio se cumplieron 48 años que Nick Ut inmortalizó a "La niña del Napalm". El poder de una fotografía que provocó el final de toda una guerra.
En 1972 la guerra de Vietnam descubría su lado más brutal. El terror de la guerra torturaba a grandes y pequeños por igual. Niños y niñas huían despavoridos al oír el breve rugido de los aviones, y sus padres no sabían muy bien cómo protegerlos.
Y estos aviones habían despegado la mañana del 8 de junio de ese año. Nick Ut tenía 21 años y salió en su camioneta de la AP para capturar el bombardeo de las naves sobre supuestos escondites del Viet Cong.
En Vietnam del Sur, cerca a Trang Bang, Nick observó las bombas, escuchó las explosiones y creció la nube de fuego que se llamaba napalm.
Entre las víctimas que salieron corriendo del cercano templo de Cao Dai, se encontraba Kim Phuc, una niña de nueve años huyendo desnuda mientras gritaba por las graves quemaduras que mostraba su frágil cuerpo.
Nick disparó su cámara al instante, capturó el momento, puso su cámara a un lado y se acercó a la niña.
Le ofreció agua, y vertió más sobre sus heridas. Luego la subió a su camioneta de la AP y se dirigieron al hospital más cercano.
Los doctores se negaron a atenderla. La excusa fue la gravedad de sus quemaduras. Dijeron que era imposible salvarla. Furioso, Nick les mostró su carné de prensa.
Al día siguiente, les dijo que las fotografías de Kim serían exhibidas en todo el mundo. Y al lado habría una pequeña leyenda explicando cómo el hospital se negó a ayudarla."Si algo le sucedía y hubiera muerto, creo que me hubiera suicidado", reveló alguna vez Nick Ut.
La fotografía ganó el Pulitzer, y Nixon creyó que era falsa.
Kim Phuc Phan Thi, la niña que escapaba del napalm en una fotografía que se convirtió en un símbolo de la guerra de Vietnam, ha escrito un libro, «Salvada del infierno», en el que cuenta los sufrimientos pasados y su confianza en el futuro.
Embajadora de buena voluntad de la Unesco desde 1997, Kim Phuc dirige la fundación Kim Internacional, que apoya proyectos médicos con escolares en colaboración con Médicos sin Fronteras y Save the Children.
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